¿Cómo evitar robos con videovigilancia en fábricas?

Cuando la seguridad industrial se vuelve una prioridad operativa

En Argentina, la preocupación por la seguridad industrial crece año a año. Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el 56 % de las pymes considera que la inseguridad aumentará en los próximos meses.
A esto se suma que la tasa de robos en el país —973 por cada 100.000 habitantes— duplica el promedio latinoamericano.

En este contexto, las industrias metalúrgicas, de reciclaje o fabricación enfrentan un doble desafío: proteger activos de alto valor y mantener operaciones continuas sin interrupciones.
La videovigilancia inteligente se consolida como una herramienta estratégica. Ya no se trata solo de registrar lo que ocurre, sino de prevenir pérdidas, reducir costos operativos y fortalecer la trazabilidad de la seguridad.

Del riesgo al control: el caso American Iron & Metal

La historia de American Iron & Metal (AIM) demuestra cómo una visión estratégica puede transformar la seguridad industrial.
AIM, una empresa global de reciclaje con más de 90 plantas, sufría robos frecuentes en sus depósitos y centros de procesamiento. El problema no era solo el valor económico de los materiales sustraídos, sino la ausencia de un sistema unificado que permitiera actuar con rapidez.

“Si no atrapábamos a un ladrón la primera vez, volvía con cómplices y el daño se multiplicaba”, explica Guy Ouellet, Director de Seguridad Corporativa de AIM.

La respuesta fue clara: centralizar y estandarizar la videovigilancia a nivel global.
Con el apoyo de la tecnología de Axis Communications, la empresa instaló más de mil cámaras PTZ, multidireccionales y térmicas, además de megáfonos y cámaras corporales.
Todo el sistema fue integrado en una única plataforma de gestión que permite monitoreo remoto, alertas automáticas y recopilación de evidencia en tiempo real.

En apenas un año, la compañía pasó de registrar unos cincuenta incidentes a más de mil, recuperando cerca de 3,5 millones de dólares anuales. Además, mejoró el cumplimiento de sus protocolos de seguridad y salud ocupacional.

“Hoy nuestro sistema Axis detecta incidentes que antes pasaban inadvertidos. Hemos recuperado nuestra inversión y ganado control operativo”, resume Ouellet.

Cómo trasladar esta estrategia a la industria argentina

Las empresas locales viven realidades similares: robos de insumos, accesos no autorizados o sabotaje interno.
Implementar un modelo de videovigilancia inteligente no requiere una estructura global, sino visión operativa y planificación.
Estos son los pasos recomendados:

  1. Diagnóstico de riesgo: el punto de partida es identificar áreas críticas —como depósitos, accesos y zonas de carga— donde se concentran materiales o activos de valor.
  2. Elección de la tecnología adecuada: optar por cámaras con analíticas integradas que permitan detectar movimiento, cruces de línea o presencia inusual sin generar falsas alarmas.
  3. Integración centralizada: conectar todas las plantas o sedes en un sistema de gestión unificado que permita monitorear y actuar en tiempo real desde un único punto de control.
  4. Capacitación y protocolos: definir procedimientos claros ante alertas o eventos, de manera que el personal de seguridad pueda responder de forma eficiente sin depender solo de vigilancia física.
  5. Mantenimiento predictivo: aprovechar las analíticas y registros del sistema para anticipar fallas técnicas y mantener la operatividad continua.

Cada paso forma parte de un proceso gradual que no solo refuerza la seguridad, sino que también optimiza recursos y mejora la toma de decisiones operativas.

Prepararse para el futuro: de las alertas a la analítica inteligente

La tendencia global avanza hacia sistemas autónomos capaces de detectar comportamientos sospechosos antes de que se produzca una pérdida.
El caso de AIM anticipa este futuro: integración de inteligencia artificial, monitoreo térmico, cámaras en drones y comunicación bidireccional en tiempo real.

Para la industria argentina, la clave estará en adoptar gradualmente estas tecnologías, priorizando aquellas que ofrezcan retorno tangible: menos robos, menos falsas alarmas y mayor control operativo.
Invertir en videovigilancia inteligente ya no es un gasto, sino una decisión estratégica que optimiza recursos y protege el corazón productivo de cada planta.

FAQs

¿Qué tipo de cámaras se recomiendan para entornos industriales?
Las cámaras PTZ y térmicas son ideales para monitorear grandes extensiones y zonas con baja iluminación. Su capacidad de giro y zoom permite cobertura perimetral sin puntos ciegos.

¿Cómo se garantiza la privacidad del personal en videovigilancia industrial?
A través de buenas prácticas: delimitar zonas de grabación, informar la existencia de cámaras y evitar monitorear espacios sensibles.

¿Qué beneficios genera la videovigilancia inteligente a nivel operativo?
Reducción de pérdidas, evidencia inmediata, menor costo en vigilancia física y optimización logística al controlar flujos y accesos en tiempo real.

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